Escuchas un ruido, pasa una mosca volando, te llega un mensaje al móvil, te suena la tripa. Perder la concentración es muy habitual y ahora que estamos en época de exámenes, necesitamos concentrarnos más que nunca así que aquí os dejamos unos consejos para concentrarse mejor.
Hay cosas como el momento del día, las condiciones del ambiente y los elementos que tenemos cerca, que nos pueden desenfocar de nuestra tarea. Por ello, es muy importante saber qué cosas o situaciones nos pueden hacer perder el foco.
Por ejemplo, si el móvil te hace distraerte, sería bueno dejarlo en otra habitación o dentro de un cajón en modo silencio.
También puedes analizar en qué momento del día eres más propenso a distraerte. Puede ser por la tarde cuando estás demasiado cansado. Si es así deja las actividades que requieran más concentración para la mañana.
Si quieres conseguir una buena concentración es importante que descanses lo suficiente.
El sueño no solo es reparador, sino que permite al cerebro despertar “fresco” y despierto. Cuando la mente está cansada tiende a aburrirse y, por ende, busca diversión en cualquier objeto o sonido que percibe.
En el caso de que te cueste dormir prueba alguna infusión de hierbas (de valeriana, por ejemplo).
Hoy en día estamos conectados las 24 horas del día, sin importar el lugar o la ocasión.
El sonido de que llegó un correo o un mensaje nos desconcentra. Para enfocarnos nuevamente quizás estemos varios minutos. Una vez que hemos perdido el “hilo conductor” de una tarea es complicado recuperarlo.
Definir horarios específicos para revisar tu casilla de correos, tu móvil o tus redes sociales, puede ayudarte a desconectarte un poco y a concéntrate más. Lo que es urgente deberá ser comunicado de otra manera (quizás con una llamada telefónica).
La meditación es una excelente herramienta: es perfecta para apartar la mente de todos los pendientes y recuperar la capacidad de estar atentos a lo verdaderamente importante.
Practicando meditaciones guiadas de 10 o 20 minutos diarias, puedes entrenar tu mente a enfocarte mejor y a apartar los pensamientos innecesarios.
Controla a tu mente, antes de que ella te controle a ti.
