Acaban de celebrarse décadas de historia del Metro de la CDMX, uno de los medios de transporte más emblemáticos de la capital. Este sistema conecta los principales puntos de la ciudad y diariamente es utilizado por miles de estudiantes para trasladarse desde sus residencias universitarias hasta los centros educativos de la ciudad.
Décadas de historia dan para mucho, y el Metro de la CDMX ha sido protagonista de anécdotas curiosas, hallazgos inesperados y secretos que pocos conocen. Veamos algunos de los datos más llamativos:
El Metro de la CDMX, inaugurado en 1969, fue un proyecto pionero en Latinoamérica y desde sus inicios conectó varias colonias y zonas clave de la ciudad.
El primer boleto costaba 50 centavos, mientras que hoy un viaje completo cuesta 5 pesos aproximadamente.
Su diseño inicial estuvo inspirado en modelos europeos, adaptándose a la densidad y necesidades urbanas de la ciudad.
Existe una estación “secreta” conocida por los usuarios curioso como la estación Metro Lagunilla, cerrada temporalmente por remodelación y actualmente usada solo para mantenimiento y eventos especiales.
Además, el Metro de la CDMX ha sido escenario de historias misteriosas. Algunas estaciones cuentan con leyendas urbanas sobre túneles ocultos o rumores de apariciones que forman parte del imaginario de los capitalinos.
Durante ciertos períodos críticos de la historia de la capital, el Metro de la CDMX sirvió como refugio ante contingencias urbanas y fenómenos naturales. Sus túneles han resguardado a miles de personas y su infraestructura ha sido testigo de la transformación de la ciudad, incluyendo hallazgos arqueológicos de la época prehispánica en obras de ampliación y construcción.
En 1975, el Metro de la CDMX contrató a sus primeras conductoras, marcando un paso histórico hacia la inclusión femenina en la operación del sistema. Hoy en día, la participación de mujeres sigue creciendo, consolidando la diversidad en la plantilla laboral.
Además, durante la construcción de varias estaciones, se han encontrado restos arqueológicos y vestigios históricos de civilizaciones antiguas que habitaron la región, como fósiles y objetos prehispánicos. La estación Zócalo/Tenochtitlan, por ejemplo, cuenta con exposiciones permanentes que muestran estos hallazgos a los usuarios.
El Metro de la CDMX no solo transporta, también educa y entretiene:
Existen murales, exposiciones temporales y permanentes en varias estaciones.
Algunos trenes incluyen campañas de lectura y préstamo de libros, fomentando la cultura entre los pasajeros jóvenes.
La literatura y el arte urbano están presentes en casi todo el recorrido, haciendo que cada viaje sea una experiencia diferente.
Para los estudiantes, el Metro de la CDMX es el transporte preferido para ir de sus residencias a la universidad. Muchos pisos universitarios, como los de Smart Residences, están ubicados cerca de estaciones estratégicas que permiten llegar rápido y seguro a campus universitarios de la ciudad.
El Metro de la CDMX es rápido, no sufre los atascos habituales del tráfico, funciona con eficiencia bajo cualquier clima, es una opción económica y sostenible. Su efectividad lo ha convertido en el aliado imprescindible de miles de estudiantes y trabajadores que confían en él para llegar puntuales todos los días.
Velocidad, seguridad, accesibilidad, historia y cultura, estas son solo algunas de las ventajas que hacen del Metro de la CDMX el transporte ideal para cualquier estudiante. Subir al metro no es solo trasladarse, sino también conectarse con la ciudad, conocer su historia y descubrir curiosidades que se esconden bajo tierra.
Si aún no lo conoces a fondo, ¡este es el momento perfecto para explorarlo en tu día a día y aprovechar al máximo la experiencia de vivir en la capital!
