Se acerca el periodo de exámenes, una época en el que tienes que dar el 100% y mentalizarte para mostrar que dominas las materias. Puede que hayas llevado el temario al día o puede que se te haya acumulado un poco. Sea como sea estás a tiempo de ponerte al día y triunfar en las pruebas de tu Universidad. Te damos unos consejos que pueden ayudarte a concentrarte para superarlas con éxito.
Si, quizás tengas que meter más horas de las que te gustaría, más horas de las que estás acostumbrado a pasar delante de los apuntes pero puedes hacer ese esfuerzo. La capacidad de concentrarte y de memorizar está en ti. Estudia con intensidad, exprime tu tiempo para que no sean horas que pasas simplemente sentado, sino horas de concentración máxima. La calidad del estudio es la clave del éxito, no la cantidad.
2. Ayuda a tu cerebro a procesar la información.
Te servirá saber que para grabar a fuego la información debes repasarla. Revisar lo estudiado 24 horas después hará que cale en tí hasta el 80% de la información. Si no lo haces corres el riesgo de olvidarla en el momento de exámen y, segurísimo, una vez que este haya pasado. No desperdicies este tiempo y ve más allá. No estudias para pasar una mera prueba, estudias para tu enriquecimiento personal y para tu futuro profesional. Permite que lo que estudias deje huella en ti.
3. Comparte con pasión lo que estás aprendiendo
Cuando estudies, intenta generar en ti una emoción. La memoria funciona mejor si la información que procesamos va ligada a los sentimientos. Lo que aprendes así se almacena en un lugar del cerebro diferente donde permanece mucho más tiempo.
¿necesitas un truco para esto? Busca a alguien que te escuche: un amigo, un compañero de piso, un familiar... y cuéntale lo que estás estudiando. Ahora, no te conformes con transmitirles la información, comprométete con lo que estás diciendo y con la persona que te escucha despertando su curiosidad, haciéndoselo amable e interesante. Apasiónate tu mismo con la materia para transmitir esa pasión a otro. Verás como recuerdas todo con mucho menos esfuerzo por poner, no solo la cabeza, sino el corazón en ello.