¿Sabías que los colores que emplees para subrayar resúmenes y apuntes influyen en tu capacidad de asimilar la información y memorizarla? Solemos emplear los colores para resaltar las palabras clave y distinguirlas de la información menos relevante, lo que no sabemos es que en ocasiones los colores que empleamos perjudican nuestra atención y pueden influir en nuestra psicología afectando a nuestro estado de ánimo.
Los colores cálidos se asocian con la actividad y, por tener una mayor longitud de onda suelen despertar la creatividad en quien los contempla. El uso excesivo de estos colores en el estudio puede fomentar la ansiedad y producir sensación de agobio en los estudiantes.
Los colores frios, en cambio, calman el ánimo y facilitan por tanto la concentración. Su uso excesivo tampoco es bueno ya que puede generar aburrimiento y pérdida de atención a la hora de estudiar.
¿Quien no conoce los lápices bicolor, que tienen una punta roja y otra azul? Es un clásico en los estuches de los estudiantes universitarios y facilita el uso de colores de los dos grupos.
Como en todo, el equilibrio entre ambos grupos es necesario para un estudio efectivo. Podemos, por tanto, emplear un tono rojo para los conceptos principales y otro azul para los secundarios. De esta forma predominará el azul, otorgándonos calma y serenidad, frente al rojo, que señalará los conceptos más importantes y llamará nuestra atención.