En esta época del año, la mayoría de los estudiantes se disponen a dar un paso fundamental en sus vidas: elegir su carrera universitaria y la universidad donde van a cursarla, y la capital de España es una de las ciudades más solicitadas para hacerlo. Por eso, ahora es el momento perfecto para que los padres y el universitario en ciernes busquen con tranquilidad alojamientos universitarios en Madrid que se adecúen a sus necesidades.
Lo cierto es que encontrar el alojamiento ideal para un estudiante a veces se convierte en misión imposible. Por ello, buscar el mejor asesoramiento y trasladar la idea de lo que se quiere a profesionales es la mejor opción antes de volverse loco y dar miles de vueltas. Nada mejor que encontrar un alojamiento que reúna las condiciones idóneas para estar centrado, tranquilo y cómodo.
Para la mayoría, los años de universidad suelen ser los mejores de su vida. Además, es el momento en que uno siente que ya puede disfrutar de la mayoría de edad, con todo lo que supone de novedad, independencia y descubrimiento. También, se tiene la sensación de estar viviendo el principio del futuro que uno sueña.
Ya sea un centro público o privado, lo que hay que tener muy claro es que la universidad no es solo un sitio donde se va a clase, se pasan exámenes y se conoce a nuevos amigos con los que jugar al mus en la cafetería de la facultad, también hay que aprovechar todas las oportunidades que Madrid te ofrece.
Parece que la vida universitaria se diluye en una ciudad como Madrid, pero no es cierto. La realidad es que sorprende, y para bien, el gran número de oportunidades que brinda a los estudiantes.
Y para sacar el mayor partido a la vida universitaria en Madrid, aquí van consejos útiles.
En primer lugar, las instituciones universitarias ofrecen a sus alumnos una gran oferta de servicios y agrupaciones de las que pueden formar parte, actividades extracurriculares, clubes y asociaciones. Asimismo, las asociaciones de estudiantes ofrecen fiestas, conciertos y todo tipo de eventos donde se puede conocer gente nueva de todas las edades.
También es muy importante salir de tu ‘zona de confort’ porque la universidad no empieza y acaba en tu facultad, hay miles de rincones esperándote en Madrid, desde museos y salas de exposiciones, edificios históricos, jardines y parques, restaurantes y sitios de copas.
Sin ánimo de dramatizar, los estudiantes universitarios se están jugando su futuro profesional, por eso es importante estar pendiente de las prácticas que ofrecen las empresas, instituciones y ONG’s.
Es recomendable buscar actividades complementarias. Hay miles de cursos, conferencias, talleres, debates… La universidad es la casa del saber y de la investigación, así que obtener algún conocimiento extra más allá de la titulación de cada facultad nunca está de más.
Un universitario tiene también que aprender a responsabilizarse de su economía para que su vida no sea un desastre. Lo bueno de ser estudiante en Madrid es que hay incontables descuentos.
Por el mero hecho de ser estudiante y estar matriculado en cualquier centro de estudios sin límite de edad, se puede tener el llamado Carnet ISIC o Carnet Internacional de Estudiante, que tiene un coste anual de 11 euros. Puede servir para visitar museos a precio reducido y disfrutar de promociones en restauración, ocio e incluso viajes.
En cuanto al transporte urbano, el Abono Joven tiene un coste único de 20 euros para los menores de 26 años, con posibilidad de moverse por toda la región en autobús, metro y cercanías sin límites.
Además, se puede disfrutar del conocido Carnet Joven para residentes entre 14 y 30 años, que premia a los jóvenes con importantes descuentos en espectáculos, como un 30% en obras de teatro, en viajes en autobús y tren o en alojamiento en los albergues juveniles.
Y muy importante, además de estudiar, es fundamental conocer gente nueva, hacer amigos, salir a tomar algo los fines de semana, asistir a espectáculos… en resumen disfrutar de lo que la vida te ofrece. Recuerda que la universidad es una experiencia única. Además, en los casos en los que los estudiantes tienen que cambiar de ciudad, se trata de un momento en el que independizarse de su familia, alejarse de su hogar y comenzar una nueva etapa se convierte en un auténtico reto.