

Curiosidad, inquietud, timidez, algo de nervios… ¿recuerdas esa mezcla de sensaciones? Exacto, es lo mismo que sentiste tu primer día en la residencia universitaria en la CDMX. Y concretamente, eso es lo que experimenta cada uno de los nuevos compañeros que llegan cada año.
Los comienzos no son fáciles, especialmente cuando se trata de empezar de cero en otra ciudad. Nuevos estudios, nueva casa, nuevos amigos… demasiadas cosas para alguien que acaba de dejar el hogar familiar. Seguro recuerdas cómo fueron tus primeras semanas, cómo fuiste conociendo tu entorno, forjando amistad con tus compañeros y acostumbrándote al día a día en una residencia universitaria en la CDMX, hasta sentirte completamente adaptado.
Por eso tú, que ya estás totalmente asentado y disfrutando de esta experiencia, ahora tienes la oportunidad y la responsabilidad de ayudar a los recién llegados.
No se trata de “adoptar” a los nuevos, ni de estar pendiente de ellos constantemente. Pero una sonrisa o una palabra amable no cuesta nada y creará un ambiente amigable donde se sentirán aceptados. Presta especial atención a quienes vienen de otros estados o países, además de adaptarse a la residencia, deben familiarizarse con la ciudad y sus costumbres, así que estarán aún más perdidos.
Moverse por la CDMX puede ser complicado para quienes vienen de ciudades más pequeñas. Comparte tus conocimientos sobre la ciudad con los nuevos inquilinos para que puedan disfrutarla igual que tú lo has hecho durante el último año. Recomiéndales tus restaurantes favoritos, museos imperdibles, parques y zonas ideales para estudiar o relajarse, o incluso tus lugares preferidos para ir de compras.
Como ya conoces a muchos compañeros y residentes, puedes ayudar a tejer nuevas relaciones. Presenta a los recién llegados a quienes sabes que comparten sus intereses: estudios, hobbies, aficiones o metas similares. Esto beneficiará tanto a los nuevos como a los que ya viven en la residencia universitaria en la CDMX, facilitando la convivencia desde el primer día.
Si es importante dar un buen recibimiento a los nuevos habitantes de la residencia, es aún más relevante cuando se trata de los compañeros de habitación o de casa. Un saludo cálido, unas palabras de presentación y pequeños gestos de cortesía marcan la diferencia y ayudan a construir un ambiente positivo.
Si elegiste uno de los alojamientos de Smart Residences, un híbrido entre un departamento para estudiantes y una residencia universitaria en la CDMX, tendrás ventaja, ya que el equipo de Smart habrá hecho una selección previa de las personas que compartirán tu vivienda, basándose en afinidades y compatibilidad. Esto es clave, porque pasarán todo el curso juntos.
Pero, además, si quieres garantizar una convivencia agradable, te recomendamos seguir algunas normas básicas como el respeto mutuo, comunicación abierta, puntualidad en los pagos y cuidado de las zonas compartidas. Estos pequeños hábitos facilitan la vida en comunidad y hacen que la experiencia de vivir en una residencia universitaria en la CDMX sea mucho más positiva.
