En las residencias de estudiantes de Madrid los jóvenes se encuentran en plena temporada de exámenes y preparados para pasar jornadas maratonianas delante de apuntes y libros. Nunca está de más facilitar el sobresfuerzo a nuestro organismo cuidando la alimentación. Os dejamos unos consejos para afrontar esta etapa de la mejor manera posible, a lo que os puede ayudar nuestro personal de servicio.
Porque está más que comprobado que, además de dormir las horas necesarias y realizar algo de ejercicio físico, una alimentación adecuada puede ayudar (y mucho) a la hora de sacar el máximo rendimiento a las horas de estudio.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que cuando se necesita elevar el aporte de glucosa al cerebro, se debe hacer sin comer de más para evitar digestiones pesadas y momentos de somnolencia. Lo fundamental es no descuidar la presencia de nutrientes como las vitaminas, las sales minerales y los oligoelementos. Todos ellos tienen relación directa con la capacidad de concentración, memoria, rendimiento intelectual e incluso el estado de ánimo.
Lo fundamental es realizar al menos cinco comidas al día para mantener a raya los niveles de glucosa y evitar pasar hambre.
Y nada mejor que comenzar la jornada con un buen desayuno que aporte la energía necesaria. Para que sea completo, debe incluir un lácteo, una ración de hidratos de carbono, una fruta y una proteína. A media mañana lo mejor es tomar una pieza de fruta o un minibocadillo.
En las comidas principales, la dieta mediterránea es siempre la mejor aliada. Lo ideal para estos días es tener una alimentación variada sin exceso de grasas, dando preferencia al pescado y con presencia de huevos, pasta, arroz, legumbres, verduras y frutas.
La hora de la merienda es el momento perfecto para tomar fruta, yogures, una barrita de cereales, un sándwich o frutos secos.
Y, por último, la cena debe ser similar al almuerzo pero más ligera y con menos carbohidratos. Una crema de verduras, una tortilla, un pescado acompañado de verduras u hortalizas es lo más adecuado. Y de postre, un yogur.
También se recomienda hidratarse muy bien bebiendo agua, infusiones o zumos naturales. ¡Ah! una buena noticia para los más golosos es que el chocolate negro es un gran aliado porque aporta energía y ayuda a reducir el nivel de estrés.
Una última sugerencia: hay que ser prudente con el café y con las bebidas con cafeína, ya que quitan el sueño pero también disminuyen la capacidad de concentración y memorización, y aumentan el nerviosismo.
Por último, con una dieta bien planteada y que incluya alimentos de todos los grupos se pueden cubrir perfectamente las necesidades de energía y nutrientes, aunque nunca está de más incluir algún complejo vitamínico.