Cada vez se nos exige más saber hablar perfectamente inglés, pero en muchas ocasiones resulta muy complicado avanzar de nivel, además de suponer mucho dinero y paciencia. Por eso, a través del blog se quieren explicar algunos consejos que te puedan servir para mejorar tu vocabulario, una de las partes esenciales del idioma, sin necesidad de grandes esfuerzos.
Es importante ser conscientes de que cualquier idioma supone un proceso de muchos años, no debemos saturarnos desde un principio e iniciar el aprendizaje sin dejarlo de lado a los pocos meses.
Una de las cosas más importantes a la hora de aprender vocabulario en inglés es saber en qué contexto usar las palabras. Para ello, lo mejor es volver a ver nuestra película favorita en inglés, o volver a leernos nuestro libro favorito en inglés. También podemos hacerlo con nuestra serie favorita, de esta forma ya sabemos cuál es la trama de libro, película o serie y nos será más fácil su comprensión.
Lo normal es que existan ciertos temas que nos interesan más. Estos temas nos motivarán más en el aprendizaje y nos será más fácil. Podemos intentar comenzar a aprender el vocabulario de esos temas que más nos interesan, por ejemplo si nos interesa la economía, podemos optar por leernos artículos económicos de prensa extranjera. Si bien nos resultará complicado, poco a poco iremos adquiriendo una amplia base de vocabulario en inglés relacionado con el área que más nos interesa y motiva.
Esta es una manera de memorización visual. Podemos agrupar los sustantivos bajo el color azul, los adverbios con el color verde, los verbos con el color rojo…
Otra forma que puede ser bastante útil es agrupar las palabras por temáticas.
Cuando alguien se propone aprender inglés o cualquier otro objetivo suele comenzar con muchas ganas, incluso demasiadas. El resultado es que al final terminamos saturándonos, debemos comenzar poco a poco para mantener un ritmo constante pero duradero en el tiempo. Para ello, podemos proponernos aprender un número limitado de palabras por día, 5 palabras al día, por ejemplo.
Pero de nada nos servirá memorizarlas si no las ponemos en práctica, para ello podemos intentar obligarnos diariamente a escribir frases con las nuevas palabras que hemos aprendido y realizarnos un examen semanal con las palabras que hemos aprendido durante esa semana.